La Formula 1 volvió a disfrutar de las vistas de los monoplazas empujando al limite por las calles de Singapur por primera vez desde 2019. En aquel Gran Premio el dominio era de Ferrari y Vettel obtuvo su última victoria hasta la fecha en un polémico “undercut” a Leclerc, pero esta vez ni Vettel ni Ferrari se darían el lujo de dominar el Gran Premio. Tras una de las clasificaciones más divertidas del año, Leclerc salía en pole por milésimas respecto a Checo Pérez. Verstappen estaba borrado de la ecuación por problemas con la gasolina cuando presumiblemente iba a hacer pole, y partió octavo el domingo en un circuito muy difícil para adelantar. Esto suponía una oportunidad de oro para Leclerc y para el mexicano Pérez, que no lo desaprovechó.
La carrera, como se preveía, no tuvo mucha acción y la salida fue clave. Más aún con la pista mojada por una lluvia que retrasó una hora el arranque del Gran Premio. Pérez llevó a cabo una salida perfecta y adelantó a Leclerc, que tras los primeros metros perdió fuelle. Y esta fue la gran clave de la victoria del mexicano. En los primeros instantes, Leclerc estaba cerca, pero era imposible atacar a Pérez, incluso tras los numerosos coches de seguridad virtuales y un coche de seguridad completo provocado por Zhou y Latifi. Cuando la pista se iba secando, el Red Bull hacía notar, una vez más, su superioridad, y poco a poco Sergio Pérez iba abriendo hueco.
Tras la salida, Charles Leclerc solo tuvo dos oportunidades de adelantar a Pérez: en el cambio de neumáticos intermedios a neumáticos de seco y tras un Safety Car provocado por Tsunoda. Respecto a lo primero, fue completamente imposible, de hecho, Pérez abrió incluso mas hueco. Leclerc paró una vuelta antes que Pérez, que se quedó fuera mientras todos empezaban a entrar. Pero firmó una mala parada por dejar mal el coche en el lugar del “pitstop” y no fue rápido con el neumático medio en su vuelta de salida. Así, Pérez salió cómodamente delante cuando pasó por box.
Pero Tsunoda dio un vuelco a la carrera con un nuevo accidente y un Safety Car que reagrupó a la parrilla. En este tramo, ya con todos los pilotos montando neumáticos de seco, Leclerc si que hizo que se tambaleara la victoria de Pérez. Vimos una persecución preciosa con ambos pilotos llevando sus monoplazas por encima del límite, el monegasco estaba encima del mexicano vuelta tras vuelta, pero no fue posible adelantarle. En un circuito dónde es difícil adelantar, con la pista delicada y con la ayuda del DRS que tardó en llegar, ni siquiera llegó a poder atacar al piloto de Red Bull, que defendió con éxito. Cabe decir que el ganador del Gran Premio reportó durante esta fase problemas con el motor, que no sabemos hasta que punto influyeron en que Leclerc se pudiera acercar tanto. No obstante, el de Ferrari cometió un error, perdió el DRS y se vino completamente abajo. Tanto que no pudo acabar ni a una distancia menor de 5 segundos que le habría dado la victoria en los despachos por una sanción a Pérez. El mexicano fue castigado por una mala gestión durante el periodo de coche de seguridad, pero gracias a que abrió hueco con su perseguidor mantuvo la victoria.
Así fue como Pérez logró la cuarta victoria de su carrera, pero por detrás también pasaron cosas destacables. El español Carlos Sainz completó el podio en una de las peores carreras de su trayectoria. A pesar de su buen hacer en Monza, en Singapur retrocedió y su compañero estuvo muy por encima de él en cuanto a ritmo. En el periodo con la pista mojada, tuvo muy cerca en todo momento a Hamilton, que se acabó desesperando y chocando con el muro. Y con la pista seca, incluso Norris con un McLaren llegó a presionarle. Carrera para olvidar del madrileño.
En cuarta posición acabó precisamente Lando Norris, que volvió a anotarse una carrera impresionante, merecedora de piloto del día. En una clasificación dificilísima, colocó al McLaren en sexta posición, y en la salida adelantó a Fernando Alonso para ganar una plaza. Tan pronto como se colocó delante del asturiano, comenzó a abrir hueco. Era inalcanzable, el piloto más rápido de la zona media. Cuando tuvo detrás a Verstappen, no cometió un solo error. Fue el último en parar para secos y con el Safety casi alcanza el podio, pero acabó saliendo cuarto, una plaza que mantendría sin problemas después de que Verstappen cometiera un error infantil pasándose por mucho de frenada intentando adelantarle. Y en este punto, el británico abrió un hueco de 30 segundos en unas 20 vueltas con su compañero Ricciardo que era quinto y llevaba neumáticos blandos. El británico estaba prácticamente en el ritmo de los líderes. Así los McLaren acabaron cuarto y quinto para dar un gran golpe en la lucha por la cuarta plaza.
En sexta posición acabó Lance Stroll, en su mejor posición de la temporada y una gran carrera para Aston Martin tras el desastre de Monza. Séptimo fue Max Verstappen, que no pudo ganar el mundial en las calles de Singapur y firmó una carrera para olvidar. Salió octavo tras los mencionados problemas de gasolina en clasificación, tuvo una mala salida y perdió muchas plazas, salvo con sus “primos” los Alpha Tauri tuvo muchos problemas para adelantar, y tras el último Safety tuvo que parar de nuevo porque destrozó sus neumáticos tratando de adelantar a Norris, de quien se hartó de ver su alerón trasero junto al de Alonso, Hamilton y Vettel. Tendrá una nueva oportunidad para ganar el mundial en Suzuka, tierra de Honda.
Octavo fue Vettel en otra gran carrera del alemán. Lejos de las posiciones que ha ocupado habitualmente en las calles de Singapur, pero firmando un buen resultado. Pudo ser mejor, pero Verstappen le adelantó por la séptima plaza en la última vuelta. Con Vettel luchó también durante gran parte de la carrera Lewis Hamilton, que fue otro piloto que tuvo una carrera desastrosa para acabar noveno. Salía tercero, Sainz le adelantó en la salida, no pudo recuperar la posición a pesar de mostrar más velocidad, se estrelló con el muro él solo y se pasó de velocidad tratando de adelantar a Vettel regalándole una plaza a Verstappen, que si pudo con el germano. Oportunidad perdida para el heptacampeón de recortar puntos a su compañero Russell. Pierre Gasly cerró la zona de puntos.
Hay otros aspectos de la carrera que deben ser destacados. Uno de ellos es un nuevo desastre del equipo Alpine, con un doble abandono que les complica la cuarta plaza de constructores. Esteban Ocon se retiró fuera de la zona de puntos, pero Fernando Alonso, aunque no podía con Norris, tenía a raya a nada menos que Max Verstappen y habría terminado la carrera en quinta plaza, sexta en el peor de los casos. Una vez más el equipo francés pierde puntos que regala a los demás equipos, en este caso parece el mismo problema de motor en ambos coches. Cabe destacar que Fernando Alonso lleva con el mismo motor desde Austria, y lo mantuvo incluso tras problemas que provocaron su abandono en Italia.
Por último, hay que mencionar la carrera de George Russell. Hizo undécimo en clasificación, presumiblemente, por problemas con los frenos. En carrera decidieron cambiar motor y salir desde el pit lane. Finalmente, apenas pudo remontar plazas y dos intentos de adelantamiento suyos acabaron en desastre. Tanto al intentar adelantar a Bottas como al intentar adelantar a Schumacher, acabó chocando con ellos. Otro piloto más que tuvo un fin de semana que no pasará a la historia.
Y así fue el regreso del Gran Premio de Singapur al calendario. Una carrera con no demasiada acción, pero con varios momentos destacables. Sergio Pérez consiguió ganar de nuevo tras varias carreras difíciles y Leclerc volvió a no ganar un Gran Premio en el que se anotó la pole. Alpine decepcionó de nuevo y Ferrari toma oxígeno en la batalla por el segundo puesto de constructores, en un fin de semana que, a pesar de sufrir de nuevo falta de ritmo con respecto a Red Bull, por primera vez en mucho tiempo no se puede criticar su gestión.
Veremos como evoluciona todo lo visto en Marina Bay esta misma semana con un nuevo regreso al calendario, el GP de Japón en Suzuka.
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