Red Bull repitió doblete en Jeddah, esta vez con un coche distinto en la primera posición y una remontada de Verstappen incluida. Pero eso no es lo importante. Fernando Alonso consiguió – con suspense – su podio número 100 y Aston Martin confirmó las sensaciones de Bahréin en un circuito de distintas características. La escudería británica tiene el segundo monoplaza más rápido en carrera. Descubriremos en las próximas carreras si avanzan o retroceden en su desarrollo, pero, a día de hoy, es un hecho. Y eso para Fernando Alonso son palabras mayores, porque no solo es el monoplaza, es que la estructura de Silverstone está completamente unida alrededor de su figura. A sus 41 años, el asturiano no podía imaginarse un regalo así por parte de su nuevo equipo, pero, aunque tarde, todo llega para el que lo persigue.
La clasificación nos dejó un panorama emocionante con la rotura del palier de Max Verstappen que le relegaba a la decimoquinta posición. Con el neerlandés remontando, el espectáculo estaba asegurado. Su compañero Sergio Pérez hizo lo que debía con un coche que tiene tanta ventaja, asegurarse la pole. No se quedó lejos Charles Leclerc, pero debía penalizar 10 posiciones. Fernando Alonso fue el tercero, pues el rendimiento de carrera del Aston Martin aun no ha podido repetirse en la clasificación.
En la salida, Fernando Alonso hizo de las suyas y adelantó a Pérez para ponerse líder. En una maniobra que, como curiosidad, significó que el español liderara el mundial por primera vez en 10 años. Sin embargo, la alegría se esfumó cuando le impusieron 5 segundos de penalización por estar mal colocado en el cajón de salida. A partir de ese momento, cualquier sueño optimista de plantar cara a Pérez desapareció y el objetivo pasó a ser abrir ese hueco de 5 segundos con el tercero, que era Russell. Objetivo que se consiguió, con la ayuda del DRS de Pérez.
La carrera da un vuelco con el abandono de Stroll. A pesar de parar el coche alejado de la pista, salió un Safety Car en plena vorágine de paradas que agitó la clasificación. Los Ferrari acababan de parar y se vieron perjudicados. Los dos Mercedes y Alonso aun no habían hecho la suya y pudieron salir cómodamente delante. Al igual que Verstappen, que se pudo poner cuarto y con la parrilla reorganizada era más que candidato a la victoria.
En la resalida, cada uno se dedicó a sus objetivos. Pérez, viendo ya a Verstappen por el retrovisor, abrió pronto un hueco con el resto. Alonso se dedicó a defenderse de Russell y Verstappen a atacar a los dos. Por detrás, los Ferrari intentaban recuperar la posición a Hamilton, pero fue misión imposible, más aún con el neumático medio que llevaba Hamilton, mientras ellos iban con duros.
Como era de esperar, Verstappen no tardó mucho en adelantar a Russell y Alonso para poner su mira en Pérez. Pero cuando ese momento llegó, el mexicano ya había abierto un hueco de más de 5 segundos que el neerlandés, sorprendentemente, no pudo cerrar. El ex de Racing Point firmó su mejor carrera en Red Bull y una de las mejores de su carrera. Aguantar el ritmo a Verstappen en su mismo monoplaza es algo al alcance de muy pocos. Seguro que es la victoria que mejor le sabe. Es digno de mención que, en esta fase en la que ambos Red Bull dieron todo lo que tenían, iban más de un segundo más rápido que el resto de la parrilla. Esa es la realidad de la Fórmula 1, estamos ante uno de los mayores dominios de la historia.
Por detrás, Alonso hizo su trabajo, o al menos el que el pensaba que tenía que hacer. Gestionó cómodamente la distancia con Russell con el paso de las vueltas, hasta que en los últimas 3 giros apareció un fantasma que no se esperaba: una nueva sanción de 5 segundos. Cuando Mercedes informó a Russell de esa posibilidad, Alonso abrió la distancia sin problemas, pero la sanción finalmente fue de 10. El asturiano recibió este castigo tras la carrera porque un mecánico tocó su coche con el gato mientras servía su penalización. Es otra maniobra discutible de la FIA, porque si la sanción llega cuando esto ocurre, el español podría haber abierto ese hueco de 10 segundos. Finalmente, Aston Martin protestó mostrando hasta 7 situaciones similares en las que no hubo penalización, y Alonso recibió de vuelta su podio 100.
El podio quedó configurado así: Pérez, Verstappen, Alonso. El cuarto fue Russell que hizo su trabajo y mantuvo a raya a un Hamilton que durante varias vueltas tenía más ritmo con el neumático medio. De nuevo Mercedes no quiso dar órdenes de equipo, y de nuevo Mercedes se mostró un paso por detrás de Aston Martin y por supuesto de Red Bull. Hamilton finalmente terminó en quinta posición, en un resultado bastante positivo para el fin de semana tan duro que ha tenido, sufriendo mucho con su velocidad.
Inmediatamente detrás acabaron los Ferrari, en una nueva decepción. No solo no han podido de nuevo con Red Bull, es que tampoco han podido con Aston Martin y Mercedes, cada carrera dan un nuevo paso atrás. El sexto fue Sainz, en una carrera de menos a más. En la salida Stroll le hace un adelantamiento impresionante por fuera y, en las siguientes vueltas, aunque el español se mantiene cerca, no puede superarle. Tras hacer la parada, sale el Safety Car que tanto a él como a Leclerc les hace perder posiciones, y a partir de ese momento solo pueden luchar contra ellos mismos porque no tienen ritmo para más. En esta última fase de carrera, es sorprendente y positivo para el madrileño que se pudo mantener cómodamente delante de Leclerc, que acabó séptimo. Quizás hubo orden de no pelear, pero otras veces la hubo y Leclerc dio batalla, esta vez no. En cualquier caso, aunque haya superado a su compañero, Sainz no puede estar contento.
Detrás de los Ferrari acabaron la sorpresa del fin de semana, los dos Alpine. La escudería francesa está bastante mejor de lo que parecía en Bahréin. Aun no están en la liga de Red Bull, Aston Martin, Ferrari y Mercedes, pero se han distanciado de una zona media que no puede darles batalla. Veremos en las próximas carreras como evolucionan, pero parece ser que, por fin, la escudería de Enstone da pasos para atacar a la zona noble de la parrilla. Octavo fue Ocon y noveno Gasly, a una distancia de 2 segundos el uno del otro. Cerró la zona de puntos Magnussen, superando a su compañero Hulkenberg – que está teniendo un gran regreso – y a un Tsunoda que ocupó esa plaza durante varias vueltas y se vio adelantado por el danés en los últimos giros.
La carrera de Jeddah nos deja dos situaciones que si se alargan en el tiempo son dramáticas: La superioridad de Red Bull y, sobre todo, la distancia de la zona media con el resto. En Arabia Saudí había diez pilotos con una posición de puntos asegurada, Magnussen pudo conseguir uno gracias al abandono de Stroll. Si esta tónica se repite, que lo parece, muchos equipos y pilotos van a perder protagonismo.
En este sentido, en la zona media hay situaciones que merecen mención: La consistente carrera de Tsunoda y su superioridad respecto a De Vries, la dramática carrera de Bottas y, sobre todo, la situación del equipo McLaren. Hundidos en la clasificación. Norris tuvo un error en clasificación que no pudo subsanar en carrera y Piastri, que salía en posiciones altas, tuvo que parar pronto por una rotura de alerón que no fue culpa suya y su carrera prácticamente se terminó ahí. Ambos acabaron de nuevo en la parte baja de la clasificación.
Esto fue, resumido, el tercer Gran Premio en las calles de Jeddah. Como siempre en la F1, equipos que suben, equipos que caen, y muchas situaciones e incógnitas que analizar. Veremos cómo sigue la temporada 2023 con el Gran Premio de Australia el fin de semana del 1 de abril.
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