El trazado estadounidense de Austin fue testigo de una de las más bonitas carreras de la temporada. Varias peleas abiertas, incertidumbre por la victoria, adelantamientos en pista… De todo el lío que fue la carrera se alzó victorioso Max Verstappen, tras una agitada lucha con Lewis Hamilton y Charles Leclerc, que completaron el podio. Pero me van a permitir empezar la carrera por el final, por una nueva más que discutible actuación de la FIA que vuelve a actuar contra Fernando Alonso de forma muy polémica.
El piloto asturiano firmó una carrera merecedora de piloto del día, una actuación que solo está al alcance de los elegidos como él. Empecemos por el inicio del fin de semana, en la clasificación. El español afrontaba esta sabiendo que penalizaría 5 puestos y su compañero no. Pero ya firmó la primera actuación remarcable de la semana, con Esteban Ocon eliminado en Q1 y él llegando a Q3 con una novena plaza, que sería decimocuarta por la sanción por -finalmente- cambiar motor.
La carrera empezó inmejorable. Ganó algunas posiciones, se colocó el primero de los que empezaban con duro y salió un Safety Car por la salida de pista de Bottas que le permitió cambiar a medio sin perder apenas tiempo y seguir en la lucha por los puntos. En la relanzada Alonso comenzó su remontada, adelantó a Gasly y se disponía a adelantar a Stroll. Pero su futuro compañero de equipo firmó una de las maniobras más sucias que pueden hacerse en una pista de carreras. Cuando el de Alpine salía del rebufo para adelantarle, el canadiense le cerró completamente en plena recta, provocando un choque terrorífico. Stroll abandonó y Alonso, que se mantuvo por unos segundos en el aire rezando para caer en la pista y no en la valla, finalmente lo hizo y milagrosamente pudo seguir.
Salió un nuevo Safety Car, Alonso puso duro tratando de estirarlo hasta el final y se colocó en última posición con la parrilla reagrupada. Carrera terminada para él, o eso creemos los mortales. El bicampeón del mundo, aún sin mucha explicación al respecto, consiguió llegar al final con los duros y acabar séptimo, perdiendo la sexta plaza en las últimas vueltas. Su compañero arrancó varias posiciones delante suya en la relanzada, y antes de que Ocon parara de nuevo, el asturiano ya le había adelantado y puesto un margen de 5 segundos entre ellos. Se agotan los calificativos con el español, lo que está haciendo en pista es realmente impresionante.
Llegados a este punto, se preguntarán cómo es posible que no tuviera daños. Lo cierto es que no tenía daños que afectaran al rendimiento, o al menos no significativos. Pero si que estaba el espejo de la discordia. El espejo derecho del Alpine A522 de Alonso estuvo medio descolgado la mayoría de la carrera producto del golpe, para acabar por desprenderse completamente en la maniobra de adelantamiento a Magnussen. No se le enseñó a Alonso la bandera negra y naranja que obliga a los pilotos a parar para arreglar los desperfectos que hacen que su coche sea poco seguro, con lo cual no hubo ningún problema y este hecho le añadió más épica a la situación.
O eso pensamos. Al terminar la carrera Haas envió una reclamación a la FIA sobre Pérez y Alonso por haber pilotado con sus coches en condición poco segura, porque a Magnussen le enseñaron bandera negra y naranja en varias ocasiones otros Grandes Premios. Pérez piloto varias vueltas con el endplate del alerón delantero descolgado, hasta que se desprendió.
Y la FIA, increíblemente, le dio la razón a Haas. Al acabar la carrera Fernando Alonso recibió un stop and go de 10 segundos, que se transforman en 30 segundos post carrera. Alonso, de este modo, cae a la decimoquinta plaza. Una decisión absolutamente inexplicable. Y lo es porque el error no es ni de Alonso ni de Alpine, si no de dirección de carrera por haber dejado el coche en pista en condiciones, según ellos, poco seguras y peligrosas para el resto. Alonso paga por un error que no es suyo.
Pero esto no acaba aquí. Si vemos los documentos posteriores a la carrera, Jo Bauer, delegado técnico de la FIA, no solo consideró el Alpine de Alonso completamente legal, si no que ni siquiera consideró que la situación de su espejo derecho debiera ser revisada y remarcada. Sin embargo, en la investigación posterior, afirma que el coche estuvo en carrera en condiciones poco seguras. Negligencia muy grave de la FIA y de en este caso, Jo Bauer, alguien con más de 20 años de experiencia. Alpine apelará esta decisión, pero, aunque la sanción sea retirada, el error ya está cometido y la vergüenza más que señalada. Es un nuevo Gran Premio en que la FIA no está a la altura.
Hasta aquí la necesaria critica a la FIA por una nueva actuación impropia del máximo organismo del automovilismo mundial. Pero como dije anteriormente, la carrera fue vibrante y merece ser reseñada.
Carlos Sainz firmó la pole el sábado, pero su ilusión se terminó en la primera curva. Tras una mala salida, Russell se lo llevó por delante y fue penalizado con 5 segundos, pero la carrera del madrileño se acabó. Verstappen comenzó a abrir hueco con el segundo, Hamilton, y la carrera parecía bastante encarrilada para él. Hasta el Safety Car. Se reagrupó la parrilla y Hamilton esperaba su oportunidad en la relanzada. Se había unido a la fiesta Pérez, que estaba tercero pero parecía faltarle ritmo para la victoria. Y Leclerc, que salía duodécimo tras penalizar y estaba cuarto. Su Ferrari increíblemente no mostró tanto desgaste como en otras ocasiones y pudo estirar mucho su primera parada, que la pudo realizar con el coche de seguridad y ganar muchas posiciones.
Tras varias vueltas de persecución con Pérez, le pudo adelantar en otra maniobra preciosa del monegasco, lanzando el ancla desde muy lejos y sin achantarse ante el movimiento tardío de Pérez para cerrar. Tras esto, el de Ferrari se metió en la pelea por la victoria a pesar de salir duodécimo con un coche no excesivamente competitivo. Actuación muy remarcable.
Y la carrera estalló completamente cuando Hamilton hace antes que Verstappen su segunda parada. La opción del “undercut” era más que real y el equipo Red Bull sucumbió a la presión con una parada de once segundos. Verstappen perdió posición con Hamilton y con Leclerc. Hamilton, con neumático duro, lideraba. Leclerc y Verstappen, ambos con medio, recortaban a 5 segundos de distancia del británico.
En este punto, Verstappen pasó a Leclerc y el monegasco se acabó descolgando. La degradación del Ferrari, ahora sí, volvió a hacer acto de presencia. El vigente bicampeón del mundo finalmente llegó a Hamilton, e hizo gala de su increíble velocidad en recta y su sobriedad para adelantarle y ganar la carrera. Al final, pase lo que pase, Verstappen siempre se alza victorioso. Pero esta vez Hamilton ha estado más cerca que nunca, no sabremos que habría pasado si monta medios en el segundo stint. Y Ferrari se mostró ligeramente más competitivo. Apareció de nuevo la degradación, pero menos que en últimas carreras. Tampoco sabremos que habría pasado si Sainz pasa de la primera curva y Leclerc no penaliza. Veremos como evoluciona esta pelea a tres el próximo Gran Premio.
Por detrás la carrera no fue menos emocionante. Pérez -al que por cierto inexplicablemente no sancionaron como a Alonso- terminó cuarto, también tras penalizar y haciendo la carrera completa sin endplate tras un choque con Bottas en la primera vuelta. Su ritmo fue mucho más cercano al de Verstappen que en otras ocasiones, pero no pudo luchar por la victoria. Quinto fue Russell, que tras el choque con Sainz terminó en el mínimo puesto exigible para él, sin luchar con nadie más.
El sexto fue Lando Norris, que una vez más protagonizó una carrera memorable que pasó desapercibida. Resulta complicado contabilizar el número de adelantamientos que llevó a cabo el británico de McLaren, que se echó de nuevo su equipo a cuestas y quedó muy por delante de su compañero de equipo Ricciardo, perdido en la parte baja de la parrilla.
Tras la sanción a Alonso, el séptimo fue Sebastian Vettel. Otro que realizó una carrera impresionante. Tuvo buen ritmo la primera parte de la carrera, lo tenía atado para ser el mejor del resto, pero una mala parada le condenó. Aun así, el alemán demostró porque tiene 4 títulos mundiales. Adelantamientos a cada cual más bonito, dando un clinic de pilotaje. Pasó a Magnussen en la penúltima curva jugándose el tipo. Su carrera es el ejemplo de porque a pesar de decisiones como las de la FIA con Alonso, seguimos viendo carreras. Octavo fue Magnussen, haciendo otra gran carrera y otorgando valiosos puntos a Haas, noveno Tsunoda y décimo Ocon, en una carrera floja suya y afectado por una mala estrategia de Alpine.
Esto fue, resumido, un precioso Gran Premio en Austin afectado por una negligencia de la FIA. Vimos como sentenciaba Red Bull su campeonato de constructores, una ligera mejora de Ferrari, Mercedes luchando de nuevo por la victoria hasta las últimas vueltas, una gran mejora de Aston Martin y, sobre todo, una apasionante carrera. Quedémonos con eso.
Veremos como evoluciona todo en la antepenúltima cita de la temporada 2022 en México, este mismo fin de semana.
Imagen de AutoHebdo Sport
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