Probamos la Zero FX, enduro eléctrico

La Zero FX es una moto pionera en lo que a capacidades en campo y sostenibilidad se refiere, ya que es 100% eléctrica y tiene capacidades de una moto de enduro convencional.

Como muchos sabéis el futuro de la moto de campo, y el de todos los vehículos que quieran circular por el medio natural en general, tiene muy mal pronóstico. Cada vez son más las restricciones y prohibiciones, llegando también en los últimos años al mundo de la bicicleta de montaña.

La Zero FX es una moto de enduro eléctrica con la que podemos circular libremente por carretera, ya que cumple con todas las homologaciones necesarias, y además nos permite disfrutar de sensaciones reales de moto de campo gracias sus capacidades off road. Pero, donde probablemente mayor valor nos aporte, es en que nos permite acceder a determinados lugares prohibidos para los motores de combustión, como lo es la zona del Valle de Arán, con caminos en los que expresamente se permite circular a vehículos eléctricos.

Motos como la FX, de la marca californiana Zero Motorcycles, abren cierta esperanza a que podamos seguir circulando por determinadas zonas del medio natural, ya que sin emisiones y sin ruido, cumplen con que cabría esperar de la circulación sostenible en la naturaleza.

Potencia y autonomía endureras

El motor de Zero FX, de imán interior permanente sin escobillas y refrigeración por aire pasiva, rinde una potencia de 44CV de pico y 21CV en forma continua, lo que permite que sea llevada con el carnet A2. La cifra de par motor arroja unos espectaculares 106 Nm, y es que esta es una de las grandes ventajas de los motores eléctricos, rindiendo unas cifras de empuje mucho mayores que los motores de gasolina. Por su parte, la velocidad máxima es de 137 Km/h, más que de sobra para el uso campero que está pensada.

La transmisión es directa del motor a la correa de carbono que conecta con la rueda trasera. No dispone de caja de cambios ni embrague, algo a lo que tenemos que apartarnos si venimos de una convencional como luego veremos. El ABS es desconectable, como toda buena moto de campo que se precie, y su altura de asiento se sitúa a 881 mm del suelo.

La batería es de iones de litio con 7,2 kWh de capacidad máxima y 6,3 kWh de capacidad nominal. Tiene un cargador integrado de 650 W con el que los tiempos de carga es de  9,7 horas para la carga completa y 9,2 horas para el 95 % de capacidad.

Pero esto se puede mejorar con un cargador adicional, bajando a las 4,1 horas para la carga completa y 3,6 horas al 95 % de capacidad. Pero es que, con otro cargador adicional más también disponible, se baja hasta las 1,8 horas para la carga completa y 1,3 horas para el 95 % de capacidad. Con esta cifra de tiempo sí que cambia la sensación de capacidad de uso, ya que en solo día podemos hacer una parada y volver a tener la moto lista.

La parte menos favorable de los vehículos eléctricos, ya sean motos o coches, es la autonomía. Por ello en la web oficial de Zero, indican de forma detallada el diferente kilometraje que podemos realizar en diferentes condiciones, siendo unas cifras prácticamente idénticas a lo que pudimos comprobar. La autonomía en ciudad es de 146 Km, bajando a los 111 Km en una conducción combinada, que es la autonomía aproximada que tendríamos en una ruta de enduro, ya que donde mejor rendimiento sacan los motores eléctricos es el recorrido de velocidades bajas con muchas deceleraciones. Pero si hacemos pistas y caminos rápidos esta autonomía bajará en torno a los 70 Km. Con esto y la velocidad de carga anterior, la Zero FX suple en gran parte los problemas principales de los vehículos eléctricos.

En lo que a suspensiones se refiere, el modelo de serie monta horquilla invertida Showa de 41 mm y 218 mm de recorrido con ajuste en precarga, compresión y rebote en el tren delantero y un monoamortiguador trasero también ajustable en precarga, compresión y rebote con 227 mm de recorrido. En el apartado de frenos monta discos y pinzas J. Juan, con pinza flotante de doble pistón con disco de 240 mm en el tren delantero y de un pistón en el trasero con el mismo diámetro. El peso el conjunto se queda en 131 kg, algo por encima de una moto de enduro tradicional.

Sensaciones endureras

Cuando nos subimos a la Zero FX encontramos una posición de conducción cómoda, con una altura del asiento respecto al suelo más baja de lo habitual en una de enduro convencional, que en zonas técnicas siempre es de agradecer ya que nos ayuda a llegar mejor al suelo.

El modelo de la prueba, preparado por Galenduro, monta una horquilla Showa de 43mm que sustituye a la original, dándonos una sensación de aplomo extra, siendo capaz de leer muy bien el terreno. Los frenos con buen tacto y potencia, responden a todas las exigencias en conducción a ritmos medios-altos, si bien en frenadas fuertes a altas velocidades nos gustaría un poco más de potencia en el tren delantero. En esta unidad tenemos anulado el freno trasero de pie, y al no contar con embrague lo accionamos con la maneta izquierda, esto puede ser muy útil en algunas zonas, pero hay que adaptarse un poco si estáis acostumbrados al tacto de freno en el pie.

La respuesta de la Zero FX es más directa que una enduro de combustión, teniendo además más par motor. Al no tener caja de cambios ni embrague y tener siempre un empuje total a cualquier velocidad, solo tenemos que preocuparnos de acelerar y frenar. Esto requiere cierta adaptación ya que es una entrega de potencia totalmente distinta a un motor de combustión. Tampoco podemos guiarnos por el sonido del motor para saber en qué régimen estamos, pero en el mundo eléctrico eso no importa, ya que siempre es el régimen correcto, sin vacíos ni perdidas de empuje, con una potencia totalmente lineal desde abajo de manera perfectamente constante.

En zonas de baja velocidad en zonas complicadas como trialeras y giros muy cerrados echamos de menos tener embrague para suavizar la entrega de potencia. En zonas de enduro a velocidades medias es donde más podemos disfrutar de la conducción y donde más nos ha gustado. Al dejar de acelerar notamos más freno motor de lo habitual, ya que lo utiliza para recargar las baterías. Esto se puede ajustar a gusto de cada uno, pero a menos retención de motor menos recarga de baterías.

Desde el display se puede elegir entre tres modos de conducción -Sport, Custom y Eco- lo que hace que sea apta para todos los niveles simplemente tocando un solo botón. Y aquí otra de las ventajas de las motos eléctricas, ya que son varias motos en una. En el modo Sport hay potencia para disfrutar de altas sensaciones de aceleración totalmente directa, pudiendo satisfacer las necesidades de los usuarios de más nivel.

El modo Custom es el que consideramos ideal, ya que tenemos una potencia más dosificable,  sin ser excesiva en ciertos momentos como puede serlo a veces el modo Sport, sobre todo para las zonas más lentas en las que tenemos que controlar más el tacto de acelerador. Además, seguimos teniendo muchos bajos para resolver cualquier situación, solo en zonas rápidas echamos en falta algo más de potencia.

Y, por último, el modo Eco es excelente para personas con poco nivel o experiencia, ya que la potencia es mucho menor y es totalmente controlable en cualquier situación. La autonomía en este modo es la más amplia, como cabría esperar, por lo que también nos será útil si queremos realizar recorridos más largos.

Conclusiones

Las sensaciones que es capaz de transmitirnos la Zero FX en campo son totalmente de moto de enduro en lo que a capacidad de hacer secciones se refiere, no limitándonos en ningún tipo de uso. Pero las sensaciones de pilotaje son distintas a las de una moto de enduro convencional, principalmente por una entrega de potencia diferente a la habitual, mejor en muchos casos, pero para la que se requiere cierta adaptación. El peso es ligeramente superior al de una moto de enduro convencional, compensándose con una mayor manejabilidad. Esto ayuda en zonas reviradas, donde echamos en falta tener embrague para poder controlar mejor la potencia y la tracción. En definitiva, en la parte dinámica tenemos un conjunto capaz de transmitirnos altas sensaciones de moto de campo, pero requiere de ciertas adaptaciones.

Aunque la mayoría de las legislaciones todavía no distinguen entre vehículos eléctricos o de combustión, sí es claramente una ventaja la parte medioambiental de la Zero, ya que las emisiones en circulación de un vehículo eléctrico y el ruido que emiten son nulos. Gracias esto actualmente tienen permitida la entrada a zonas con protecciones medioambientales, como el ejemplo anterior del Valle de Arán, y probablemente será así próximamente en más zonas y territorios.

La parte negativa, como en todos los vehículos eléctricos es la autonomía y tiempo de carga, que quedan paliados en gran medida por la velocidad de carga y los más de 100 km que podemos hacer sin parar, que en una jornada de enduro muchas veces es más que suficiente. El precio de 15.165 € (13.950 € en Canarias) es superior a los modelos de combustión, y aunque su coste de mantenimiento es mucho más reducido y cuenta con 3 años de garantía de la motocicleta y 5 años con kilometraje ilimitado para las baterías, el desembolso inicial es mayor.

En definitiva, esta moto eléctrica está cerca de una moto de combustión todos los aspectos en lo que a conducción en campo se refiere. Y las partes negativas quedan paliadas en gran parte por las ventajas de acceso al medio natural que podemos encontrar gracias al ser un modelo eléctrico.

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